Hacía años, según cuentan los ancianos del lugar, que en Munera (Albacete), no se sucedían tantos y tan fríos temporales de nieve y frío. La crudeza del invierno en el Campo de Montiel albaceteño, donde además el viento sopla con fuerza durante prácticamente todo el año, es algo conocido y soportado por los habitantes de la zona.
Los lugareños resisten estas inclemencias estoicamente, y en unos meses llegará el calor, sin pasar, claro está, por la primavera... Según cuentan, aquí solo se distingue dos estaciones; la extremadamente fría y la insoportablemente calurosa. Así son nuestros campos, con sus durezas, sus inclemencias y sus grandes y desconocidos tesoros.
Preciosa imagen que demuestra esta estación hivernal. Saludos
ResponderEliminarAy! estas Castillas que extremas son...
ResponderEliminarEstas temporales, no cabe duda, tienen su belleza. Otra cosa es sufrirlos...
ResponderEliminarAncha, pero también dura es Castilla...
Abrazos.