Si en el 2009, aquí en la
provincia de Ciudad Real, la garceta grande era una especie bastante
rara. En la actualidad, en las Tablas de
Daimiel, esta elegante garza se ha convertido en una de las estrellas del Parque.
La abundancia de pescado, ha propiciado
que muchas garcetas grandes estén hasta
la caída de la tarde al borde mismo de las pasarelas, sin hacer demasiado caso
al flujo constante de visitantes.
Durante algunas semanas
más compartirán mesa y mantel con las garzas reales, las imperiales, los martinetes,
los avetorillos y con el resto de garzas que anidan cada año en esta joya
faunística que es el Parque Nacional de
las Tablas de Daimiel.
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