domingo, 22 de junio de 2014

El escribano sahariano. Un comedero de aves en el centro de la ciudad.

 
Estos pequeños escribanos saharianos, no dejan de sorprenderme. Uno esperaría encontrarlos por cualquier parte en Marruecos, exceptuando la populosa y contaminada ciudad de Casablanca. Pues nada más alejado de la realidad, aquí también son muy abundantes.

 
Aprovechando que dispongo de un pequeño patio en mi estancia en esta ciudad, decidí colocar un recipiente con alpiste y un poco de agua esperando impaciente la reacción de las avecillas. A las pocas horas de instalar la comida, llegó la pareja que más tarde instaló el nido en la casa colindante a la mía.


En estos días de finales de junio, los tres polluelos que les sobreviven a los ataques del cernícalo vulgar, han decidido desayunar, comer, merendar y cenar tranquilamente, a un metro escaso de mi mesa…

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