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La
Ameles es conocida por muchos como la
Mantis Enana dado que es bastante más pequeña que el resto de sus familiares. Husmeando por aquí y por allá he descubierto que existen unas cuantas subespecies en la
península Ibérica por lo que he decidido no colocarle apellidos a riesgo de equivocarme.
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¡No puedo evitarlo!, cada vez que me encuentro con uno de estos seres tan devoradores y sangrientos, doy gracias por tener un tamaño mucho mayor que ellos. No hay nada más que ver como aguardaba subida al palito el paso de algún saltamontes o alguna mariposa para sentir lo que les cuento…
En cualquier caso, he de reconocer que
Mantis y
Empusas gozan de gran atractivo en el mundo de la fotografía y los blogs de naturaleza. Espero les gusta
la Sra. de Ameles que hoy les muestro.
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La Ameles es conocida por muchos como la Mantis Enana dado que es bastante más pequeña que el resto de sus familiares. Husmeando por aquí y por allá he descubierto que existen unas cuantas subespecies en la península Ibérica por lo que he decidido no colocarle apellidos a riesgo de equivocarme..JPG)
¡No puedo evitarlo!, cada vez que me encuentro con uno de estos seres tan devoradores y sangrientos, doy gracias por tener un tamaño mucho mayor que ellos. No hay nada más que ver como aguardaba subida al palito el paso de algún saltamontes o alguna mariposa para sentir lo que les cuento…
En cualquier caso, he de reconocer que Mantis y Empusas gozan de gran atractivo en el mundo de la fotografía y los blogs de naturaleza. Espero les gusta la Sra. de Ameles que hoy les muestro.
Muy interesante, interesante, como siempre en tu blog.
ResponderEliminarMuy fotogénica esta mantis, como sus congéneres.
ResponderEliminarTenía localizada una en mi patio pero acabo de descubrir otra, así que ya son dos. A ver si les hasgo unas fotillos. Y de las grandes al menos tres (dos de ellas ya han puesto la ooteca).
Hola Anzaga.
ResponderEliminarEste verano, los langostos y saltamontes hacen de las suyas en unos árboles jóvenes que sembré el invierno pasado... Creo que si no fuera en parte por las mantis, esos arbolillos no tendrían ni una hoja.
Un saludo.
Distinguir las distintas especies de Ameles por foto es un infierno...
ResponderEliminarMe resulta ¡impresionante!
ResponderEliminarBenita
Hace unos días encontré una hembra de Ameles spallanzania, parecida a esta de tu post, a la que no me atrevo a dar nombre. La vi con el vientre a reventar, como en estas fotos la tuya, y aproveché para llevarla a casa, donde la vi poner sus huevos en directo y quedarse así como una sílfide. Un saludo, Anzaga.
ResponderEliminarNoesperesnada - gracias, la verdad es que esta mantis es muy defícil de localizar. Tamaño, costumbres y color la hacen casi invisible.
ResponderEliminarAbrazos.
Ars Natura - Ya veo que no se te escapa nada y que además tienes la suerte de tener un patio que te permite pasar buenos ratos de fotos y observaciones. La verdad es que me da un pelín de envidia...
ResponderEliminarAbrazos.
Hola Carlos. Estas mantis no dejan pasar ni uno. Ya ves, esta es la razón de tus buenísimas cosechas...
ResponderEliminarabrazos.
macroinstantes - es por esto mismo, por la falta de material de consulta adecuado y por las dificultades de estas especies que no me he atrevido a ponerles apellidos a esta Ameles.
ResponderEliminarabrazos.
Qué buena oportunidad Naturalista de ver observar un acontecimiento tan sumamente único...
ResponderEliminarAbrazos.
Mantis bastante mayores que la Ameles he podido ver en mi patio al lado de saltamontes y dejarse caer a la vegetación rastrera cuando éstos se acercan demasiado, parecen tenerlos miedo. Por lo tanto discrepo con Carlos Luengo. En mi caso se están dando auténticos festines con las hojas de mis parras, aunque tampoco desdeñan las hojas sabrosas de las hierbabuenas. Todos los días saco fuera de mi parcela 4 o 5 saltamontes de considerable tamaño (muchos de casi 10cm de largo) sin tener que buscarlos mucho.
ResponderEliminarCurioso insecto y muy bien merecido su nombre.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Interesante y espeluznante, hoy nada más
ResponderEliminarUn abrazo
¿Devoradores? ¿Sangrientos? Devoradores..., no tanto como usted o como yo. Sangrientos, mucho menos que un buen número de humanos de actitudes inhumanas.
ResponderEliminarAyer mismo tuve una ameles sobre mis dedos (propensas a encaramarse sobre los humanos).
Sé que no es tu intención, pero con adjetivos como esos (sangrientos, devoradores...) quizás podemos contribuír a mitificar más la mala fama que tienen algunos insectos; insectos que, como tú y como yo, hemos venido a este mundo a devorar y a ser devorados.
Abrazo.