En estos largos paseos bajo los cortos días de otoño, da tiempo de sobra de observar incluso, el cencerrear del ganado entre las dehesas de encinas y alcornoques. El suelo está en algunas zonas completamente cubierto de bellotas que no sólo sirven de alimento a decenas de animales y aves de nuestros campos sino que son un aporte importante en la dieta de cerdos, cabras y ovejas.
En otoño las ovejas y cabras se encuentran en lo que los pastores denominan la segunda paridera. A principios de la primavera las ovejas paren por primera vez y ahora cuando verdeguea el campo empieza la segunda. Y así se suele ver a los pastores en estas fechas, arreando ganado junto a sus perros, portando en cada mano uno o varios corderos.
La oveja manchega es un animal grande, con poca lana y grandes ubres de las que se obtiene la leche para la obtención, sobre todo, del muy afamado queso manchego. Es frecuente toparse aquí y allá con carteles próximos a las granjas anunciando la venta de queso puro de oveja. Hoy en día, todos los procesos de factura de queso manchego se encuentran totalmente mecanizados, con lo cual las garantías de calidad suelen ser máximas.
Es todo un deleite gustativo saborear un trozo de queso manchego, muy curado, casi picante, bien bañado en aceite, con la ayuda de un buen tinto de Valdepeñas.
En otoño las ovejas y cabras se encuentran en lo que los pastores denominan la segunda paridera. A principios de la primavera las ovejas paren por primera vez y ahora cuando verdeguea el campo empieza la segunda. Y así se suele ver a los pastores en estas fechas, arreando ganado junto a sus perros, portando en cada mano uno o varios corderos.
La oveja manchega es un animal grande, con poca lana y grandes ubres de las que se obtiene la leche para la obtención, sobre todo, del muy afamado queso manchego. Es frecuente toparse aquí y allá con carteles próximos a las granjas anunciando la venta de queso puro de oveja. Hoy en día, todos los procesos de factura de queso manchego se encuentran totalmente mecanizados, con lo cual las garantías de calidad suelen ser máximas.
Es todo un deleite gustativo saborear un trozo de queso manchego, muy curado, casi picante, bien bañado en aceite, con la ayuda de un buen tinto de Valdepeñas.
Querido Anzaga, intuyo por tus fotos que has tenido la ocasión de presenciar en tu paseo el nacimiento de este carnero (se dice así?).
ResponderEliminarSon pocas las ocasiones que tengo de estar en ese contacto tan directo con la naturaleza que recoges en tus fotos, y cuando lo hago, reconozco que pocas veces sé apreciarlo. Sea como sea, me hubiera encantado compartilo contigo.
Buenos recuerdos me traen estas imagenes Anzaga, lejanos, pero especialmente queridos.
ResponderEliminarAquellos interminables rebaños, el volver del campo, sus sonidos inconfundibles y los viejos pastores. Casi nada.
Buen reportaje, si señor.
Saludos,
Muy natural, todo muy natural...
ResponderEliminarLas dos primeras imagenes son muy tiernas, me encantan, que bonitas!
ResponderEliminarBuen trabajo.
Besos
Hola. Muy chula la entrada. Sin duda, el queso manchego esta muy bueno.
ResponderEliminarSaludos
Me has puesto los dientes largos con el queso y el vinito. Qué guapo el corderito. Qué tiernas imágenes. Y pensar que luego nos lo comemos tan ricamente :(:(:(:(
ResponderEliminarHola Anzaga: no sólo tus fotos son bellas e ilustrativas, sino que también nos ofreces una imagen 'de primera mano' de dónde proviene ese queso que como tú dices, luego todos saboreamos.
ResponderEliminarComo eterno amante de las actividades del campo y los ciclos de la naturaleza he disfrutado mucho de tú post.
Se me ha hecho la boca agua solo de pensarlo. Además de ese especial sabor, el aroma de los lugares donde se preparan y almacenan los quesos en esas casas manchegas, quedan fijados en la memoria y se te meten en el cerebro con esa capacidad de evocación que solo los olores consiguen.
ResponderEliminarTengo que volver al pueblo más pronto que tarde.
Que buenas fotos, que rico queso y como bien dices una copa de vino de esta tierra, todo a cuerpo de reyes.
ResponderEliminarAbrazos
A ver si cojo la mochila como Labordeta y, voy de nuevo por esos parajes manchegos a aligerar a ésta tierra de tanta vianda tentadora.
ResponderEliminarSaludos.
Una imagen muy conmovedora. Cuando era pequeña de camino al colegio encontrábamos con frecuencia un rebaño y el morueco que intentaba toparnos...Para nosotros era toda una aventura, recuerdo con cariño esos días...
ResponderEliminarPara mi el queso es un delicioso manjar que me tiene enganchadita,¡qué buen invento!
Benita
Excelente información.
ResponderEliminarSaludos
Miguel Nonay
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www.asaltodemata.com
Muy buen reportaje. Se agradece un poco de color y vida rural, especialmente a los que vivimos tan alejados del mundo rural. Muy buenas fotos y textos, todo un reportaje!!
ResponderEliminarUn abrazo
Has captado muy bien, el momento en que una nueva vida esta naciendo. Es una maravilla ser testigo de estos acontecimiento.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
fotos muy tiernas las de las ovejas
ResponderEliminarsalu2
Preciosa instantánea del nacimiento de un nuevo ser.Buenas fotos y estupendos textos.
ResponderEliminarUn sitio nuevo muy a tener en cuenta, aunque me pille un poco lejos.
Saludos