En la Reserva Ornitológica de Le Teich (Francia), un cormorán grande (Phalacrocorax carbo) abre sus alas para secarlas, exhibiendo sus plumas iridiscentes que reflejan destellos verdosos y azulados bajo la luz. Erguido sobre un viejo tronco, adopta una postura solemne y casi escultórica, dejando que el sol y el aire recorran cada pluma.
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