Pajareando
por la Casa de Campo en Madrid, un pollo de urraca (Pica
pica) apareció de entre la maleza, confiado empezó a beber agua de un
pequeño charco. Pese a que no nos separaban más que un par de metros el
volantón siguió tranquilo su camino, y yo, el mío…
No hay comentarios:
Publicar un comentario