En
los pequeños cementerios de los pueblos más recónditos de Castilla se
escucha al amanecer la algarabía de los pequeños gorrionescomunes. Anidan en los sobrios
cipreses, y también, en los agujeros de las lápidas que el olvido deterioró.
Cierto. A las 6 de la mañana ya cerca de mi ventana comienzan a dar los buenos días. Y así lo oían nuestros mayores y espero sigan por muchas generaciones más. Un saludo
Alegría de los cementerios y de las ciudades en general, aunque entre las tórtolas turcas y las cotorras cada día estén más desplazados
ResponderEliminarCierto. A las 6 de la mañana ya cerca de mi ventana comienzan a dar los buenos días. Y así lo oían nuestros mayores y espero sigan por muchas generaciones más. Un saludo
ResponderEliminarEn algunas zonas se les empieza a echar de menos...
ResponderEliminar