Además
de su tamaño, la facilidad que tienen para esconderse, su compromiso de vivir
en pareja, lo que más me llamó la atención del dik-dik (Madoqua
kirkii) fue que suelen tener cagarruteros. Es decir, esta especie de bóvido
tiene, curiosamente, la necesidad de ir al baño, siempre en el mismo
lugar, formando montañitas de diminutas cagarrutas.
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