lunes, 17 de octubre de 2011

El Mochuelo Común y otro otoño sin cambios.

 
Otoño se desliza sobre el calendario sin regalarnos su más esperado don, la lluvia. La mañana se despertó cubierta de niebla y algo de frescor, aunque no el propio de estas épocas. Un Mochuelo Común, sobre las ruinas de una de las cientos de casas y huertas, hoy abandonadas, me observaba tanto, como yo a él. - Algunas hileras de grullas, las primeras de la temporada,  se han ido perdiendo en el horizonte. Curiosamente llegaban en silencio…

4 comentarios:

  1. ¡Qué gracioso!

    ¡Ojala llueva pronto! Echo de menos el aroma casi embriagador del suelo húmedo bajo la hojarasca y la emoción, tal vez incomprensible, que supone la búsqueda de hongos... A ver si veo la seta de los enanitos también este año...


    Un beso

    Benita

    ResponderEliminar
  2. Que mochuelo más chulo y descarado!!!!
    Me encanta!!!!
    aaaayyyy la ansiada lluvia.......supongo que la naturaleza está más ansiosa que nosotros.....

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola Anzaga!
    Posiblemente el mochuelo esté deseando que lleguen las esperadas lluvias al igual que nosotros, y en especial los que viven mirando al cielo.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. El mochuelo observa mudo, las grullas vuelan en silencio, y el otoño va pasando...inadvertido.
    Agua, por favor.
    Saludos, ANZAGA.

    ResponderEliminar