sábado, 4 de diciembre de 2021

Madrid y Filomena.



Ya han pasado algunos meses desde que me sorprendiera en Madrid, pasando parte de mis vacaciones de Navidad, la poderosa tormenta Filomena, que dejó una profunda huella, no solo en Madrid sino también en buena parte del territorio peninsular. Aún es posible ver cientos de olivos muertos por los campos de Toledo y otros tantos afectados en los jardines de la capital.

Filomena, de alguna forma, es uno de esos acontecimientos de la naturaleza que aún nos puede llegar a sorprender, y para los que incluso, teniendo los medios materiales, llegaron a parar la mitad de un país. En mi recuerdo quedarán para siempre las batallas de bolas de nieve en la Gran Vía madrileña, los coches cubiertos de nieve y la sensación de frío hasta los huesos. 


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