lunes, 7 de noviembre de 2016

Bienteveo común; Pitangus sulphuratus.



El primer sonido de aves, en mi pasado viaje a Argentina, llegó hasta la habitación misma de mi hotel situado en pleno Barrio de Palermo, justo en el centro de Buenos Aires. No podía ser otro que el bienteveo común, pitangus sulphuratus. Una pareja se había encaramado sobre lo alto de una iglesia, y desde allí arriba, parecían animarme a salir a la calle a descubrir la ciudad.


A lo largo de los días, fui encontrando bienteveos por los distintos lugares que iba visitando, y no dejé de volverme cada vez que emitían su chirriante y característico canto. Algo parecido a un grito que parece decir “bienteveo” una y otra vez…

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