Aunque según las guías de aves, el cárabo europeo; Strix aluco, es una de las rapaces nocturnas menos afectadas por la presencia humana, lo cierto es que necesita de masa arbórea para prosperar, de ahí que esté ausente en buena parte de la zona centro peninsular.
El cárabo es el ave del sonido tenebroso
de las noches cerradas de invierno, territorial y misterioso, capaz de defender
su nido de todo tipo de enemigos, incluido el hombre. Según cuentan, uno de
ellos consiguió que un afamado ornitólogo perdiera un ojo cuando intentaba
fotografiar los polluelos de un nido.
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