martes, 28 de abril de 2015

Autillo; Otus scops.


Recorriendo los arroyos y alamedas de la Sierra de Alcaraz (Albacete), uno va percibiendo aquí y allá diferentes sonidos, y termina con frecuencia descubriendo cada uno de los animalillos y aves que habitan estas arboledas. La amarilla oropéndola de copa en copa, los herrerillos capuchinos y los carboneros comunes recogiendo materiales para sus nidos, las ardillas en los pinares adyacentes o las ratas de agua intentando ocultarse entre los zarzales.


También varios autillos, recién llegados de África, emiten sonidos desde árboles lejanos, imposibles de localizar dado su plumaje perfectamente mimetizado a este entorno. De repente, frente a mí, orejas de duende, ojos de duende, pero no es un duende, sino uno de los autillos intentando pasar desapercibido hasta la llegada de la noche. - Toda una suerte, pasar en unos pocos días de encontrarme con el gran duque, nuestra mayor rapaz nocturna, a la más pequeña…

2 comentarios:

Javier G. Pérez dijo...

Eso es tener buen ojo. No es fácil localizar este diminuto búho entre la fronda espesa de los árboles.

Saludos

ANZAGA dijo...

Buenas Javier.

Solo un golpe de suerte...


Saludos.

**** " NO SE PUEDE CONSERVAR AQUELLO QUE NO SE CONOCE " ****