jueves, 29 de mayo de 2014

El zorro manso.

 
Últimamente resulta cada  vez más frecuente toparse con zorros acostumbrados a la presencia del hombre. Los he encontrado en los campings de la Sierra de Cazorla y son también habituales en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Buscan la comida fácil que van dejando los visitantes. Esperan la caída de la tarde para hacer acto de presencia, pero algunos, han perdido el miedo y se acercan sin ningún tipo de recelo a los turistas a plena luz del día.


Como se recomienda una y otra vez en los centros de visitantes, no es nada aconsejable dar de comer a los animales salvajes, pues de alguna forma, sobre todo en el caso de los zorros, es condenarlos al sacrificio por el miedo a que tarde o temprano terminen mordiendo a alguien.

1 comentario:

Javier G. Pérez dijo...

Entiendo las tremendas ganas de pasar la mano por el lomo del zorro pero, para eso, hace falta mucha, mucha confianza con maese.
Desgraciadamente, me confieso desobediente, no lo puedo evitar.
Que guapo es.

Saludos

**** " NO SE PUEDE CONSERVAR AQUELLO QUE NO SE CONOCE " ****