Seta Pie Azul; lepista nuda.

 

Se hicieron de rogar, pero al final llegaron las ansiadas lluvias, propiciando así el nacimiento de las setas, y con ellas; las jornadas micológicas, los buscadores de fin de semana y las intoxicaciones. – El mundo de la micología atrae cada vez más adeptos, y es que esto de recoger algo del campo y prepararlo con salsitas y demás está cada vez más de moda. 

 

Hoy, sin ir más lejos nos hemos encontrado con varias personas recogiendo aquí y allá las solicitadas setas. Pocos los que disponían de los utensilios adecuados; cestas y navaja, y los más con bolsas de plástico y arrancando lo que se iban a llevar y lo que no…

Por lo tanto, no iba quedando demasiado siquiera para echar mano de guía e ir mirando las distintas especies. Una que sí hemos podido ver han sido estas Setas Pie Azul, lepista nuda. Considerada como comestible cuando es cocinada, según varias guías, pero como venenosa si se consume cruda. Sin embargo, no seré yo el que se digne. Me conformo con echarles un ojo y “unas fotillos”…

El Bisbita Alpino, Anthus spinoletta.

El frío empieza a sentirse en el centro peninsular. En unos días empezaremos a bajar de los cero grados y las mañanas comenzarán a cubrirse de escarcha. – Las aves  vienen huyendo de las bajas temperaturas, ya instaladas en las zonas de mayor altitud de nuestro país. - El Bisbita Alpino, Anthus spinoletta, se deja ver ahora con mayor facilidad. Lo encontraremos asociado con frecuencia a zonas encharcadas donde suele husmear a la búsqueda del cada vez más escaso alimento.

Serapias Parviflora.

Tan rápido pasó la primavera y sus excesos botánicos, que fueron muchas las especies que se me quedaron guardadas en el cajón. Una de las que olvidé, fue la Serpias Parviflora. – Considerada por muchos como  un poco sosa o como la hermana fea de las Serapias, la Parviflora, sin embargo, conserva todos los misterios y atractivos que envuelven este apasionante mundo de las orquídeas silvestres.

Una Lagartija Ibérica en la despensa.

Hace algunos días encontré esta pequeña Lagartija Ibérica, Podarcis hipanica, clavada de esta guisa en unos palitos. – He visto varias veces como los alcaudones comunes suelen capturarlas y clavarlas en las alambradas y en los espinos albares. Pero éstos, hace ya semanas que se fueron de nuestras latitudes. - ¿Quién será el dueño entonces de esta despensa?, ¿Será el alcaudón real, las urracas o algún pequeño mamífero?, ¿Qué animales son capaces de guardar alimentos en previsión de malos tiempos?...

El Mosquitero Común.

 

Aunque la mañana se ha levantado gris, hemos decidido darnos un buen paseo. – El campo está plagado de colores, olores y sonidos de otoño. Muchas han sido las aves que nos hemos ido encontrando aquí y allá. – En los páramos grandes grupos de sisones y avutardas a la búsqueda de brotes y semillas que llevarse al pico. – En las zonas encharcadas, el espectáculo ha sido si cabe mejor. – La variedad de aves sigue siendo muy numerosa. – Un otoño como este, tan templado, permite que aún sea posible ver  cangrejeras, avetorillos e incluso fumareles, pero hoy, lo que más nos ha llamado la atención han sido los pequeños Mosquiteros Comunes,  Phylloscopus collybita.

 

En estas fechas, se les puede encontrar por casi todas partes,  fáciles incluso de encontrar en los parques urbanos. Sorprende sobre todo, que pese a su pequeño tamaño, estén tan llenos de actividad; rastrean el cañaveral, sobrevuelan las copas de los árboles y merodean igualmente a ras de suelo. Con frecuencia se les puede ver en grupos de la misma especie, pero también, en grupos mixtos junto con reyezuelos, herrerillos y carboneros. – Será que muchos pequeños ojos son capaces de detectar antes al enemigo…

Garza Real, a la caída de la tarde.

Sobre el esqueleto de un viejo chopo, un juvenil de Garza Real, Ardea cinérea, esperaba la caída de la tarde de este ya mediado mes de noviembre. – Centenares de grullas no han dejado de pasar de camino a los dormideros. – Las gaviotas sombrías, los cormoranes y los somormujos daban buena cuenta de peces y anfibios, mientras, las fochas comunes y los ánades reales preferían salir a los campos recién sembrados.

El Avetorillo Común.

Me sorprendió encontrar hace algunos días este Avetorillo Común, Ixobrychus minutus, que hoy les muestro. La mayor parte de los miembros de esta pequeña especie de garzas, ya hace semanas que se trasladaron a sus territorios de invernada. - Sin embargo, ahí estaba, tan tranquilo, escondido como suele entre las ramas de los tarayes ya casi desnudos.

Es cierto que aún no han comenzado las heladas, tan comunes por estos lares en estos meses del año, pero como suele decirse, nada queda en el camino, y un día de estos, amanecerán los campos blancos por la escarcha.

La Culebra de Escalera y la ignorancia.

 

Venía yo quejándome de que en todo este pasado verano no había visto demasiadas culebras, salvo eso sí, las pobres que aparecen atropelladas en la cunetas de las carreteras. – Y hoy, sin ir más lejos, que ha aparecido esta preciosa Culebra de Escalera, Rhinechis scalaris.

 

Preciosa, aunque muerta por algún insensato que desconoce que los reptiles están protegidos, y que estas inofensivas culebras no hacen otra cosa que devorar pequeños ratones y topillos.  ¿Es tan difícil respetar las normas?..., - El patrimonio natural pertenece a todos y a nadie. - Nuestro único deber es preservarlo. Y como ven, ni de eso somos capaces.

La Ortiguera de Sachsenhausen.

 

Y como suele pasarme, harto de buscar la Ortiguera, Aglais urticae,  por nuestros campos, la tuve que hallar en el exilio. – Cuando uno visita el Campo de Concentración de Sachsenhausen, créanme lo que les digo, llega un momento que uno ya no es capaz de asimilar tanto horror, y busca inconscientemente una salida ante la imposibilidad de seguir indagando en las páginas más negras de la historia de nuestra especie. - Y gracias a esta afición al “mundo bicheril”, los ojos y los oídos se me fueron a las linarias, las coníferas, las aves e insectos que suavizaban la sensación de horror de aquel lugar claustrofóbico y oscuro que jamás debió haber existido.

 

Entre las fosas, sobre las zanjas, en las celdas y cubriendo con sus revoloteos el gran patio de concentración, decenas de Mariposas de la Ortiga volaban de un lado a otro. – Ahora no recuerdo que hubiera más notas de color en aquel lugar. -  Reconozco que yo era el único que prefería fotografiar lepidópteros a entrar en las salas de medicina, o más bien, sala de tortura. – Pero es que, como ya les digo, llega un momento que uno ya no es capaz de soportar ciertas cosas…. – Aquí les dejo lo mejor de Sachsenhausen…

La Gaviota Patiamarilla.

 

La Gaviota Patiamarilla, Larus michahellis, es un ave típicamente mediterránea, si bien, también las podemos encontrar cada vez con mayor frecuencia, en distintas zonas del interior. – Atraídas por las inmensas masas de desperdicios y basuras, propios de nuestra especie. – Se disputa, este generoso e inagotable alimento con los milanos, las cigüeñas, los buitres y con otros tipos de gaviotas.

 

Me sorprendió ver como acechaban las palomas en algunos puertos del Mediterráneo. Comprobé patidifuso, en más de una ocasión, como las más descuidadas pasaban a formar parte del menú de estas astutas Patiamarillas. – También los bocatas, las meriendas y los helados de gentes descuidadas solían seguir el mismo camino que las imprudentes palomas...

Maar o Laguna de la Posadilla (Ciudad Real).

 

Hoy vuelvo a pasearles por el Campo de Calatrava.  Allí, volvemos a toparnos con otro conjunto volcánico denominado Laguna o Maar de la Posadilla. –  La Posadilla se encuentra en el término municipal de Valverde, a pocos kilómetros de Ciudad Real. Sin riesgo a equivocarnos, este conjunto volcánico es uno de los parajes más hermosos de toda la provincia, no en vano fue declarado Monumento Natural en 1999.

 

Bien merece la pena dar la vuelta completa a todo el maar, tan olvidado como sorprendente. El recorrido no llevará nunca más de una hora a paso de tortuga, contando además, con las imprescindibles paradas para contemplar lo que desde arriba se ve. Desde los puntos más altos de la cresta cuarcítica, en los años de lluvias, el agua adquiere infinitas tonalidades de turquesa y azul, que sin lugar a dudas, sorprenderán al visitante.

 

Si ampliamos alguna de las fotografías, veremos que lo que ahora nos parecen mosquitos o simples puntos negros, en realidad son cientos de aves acuáticas que se disputan el alimento y el espacio, a lo largo de todo el año. – Romper el silencio, aún sin quererlo, supone que cientos de Fochas Comunes corran sobre el agua en la misma dirección llenando de efímeros rastros de luz toda la laguna.

Con frecuencia, caminaremos bajo el vuelo de Buitres Negros, Águilas Reales, Imperiales o Calzadas. Tampoco faltarán a la cita, las desafortunadas perdices, los conejos y con suerte avistaremos algún corzo.  En la laguna; Patos Cuchara, Porrones Europeos o Martinetes, por citarles algo...

 

Sorprenden estos lugares de origen volcánico, situados en mitad de la Península Ibérica, Parajes tan cercanos, como desconocidos.  No lo dejen pasar por más tiempo y anímense. Buena Ruta y espero les guste…

Nomeolvides

 

En un campo de brezos en flor, volvió a aparecer la Nomeolvides, Utetheisa pulchella. – Y como pueden ver, no he podido resistirme en volver a dedicarles una entrada pese  a que el mundo de los lepidópteros se me va acumulando en el box de salida. – En fin, tenemos un largo invierno para ir completando “la cole”…

Triguero por Perdiz.

Como les vengo diciendo cada vez que hablamos de la caza, considero que faltan medios para poder vigilar a tanta gente con armas en las manos que con demasiada frecuencia disparan a todo aquello que se mueve.-  Muchos de estos escopeteros, pues realmente no son otra cosa, - en función de las especies que vamos encontrando muertas o heridas, -  no distinguen por ejemplo, entre las pobres perdices y los trigueros, que como éste que les muestro se cruzó en nuestro camino con las alas rotas de un disparo.  – Me cuesta creer cuando se dice que el primer ecologista es un cazador. Me cuesta…