viernes, 7 de octubre de 2011

Pepino del Diablo.

 
El amarillo del pastizal, sigue siendo el color dominante en la llanura manchega. Pocas son las plantas que se atreven a mantenerse verdes, dada la falta de lluvia. Sin embargo, en las cunetas de los caminos, incluso de los más transitados, encontramos aún bastante frondosos, los llamados Pepinos del Diablo, Ecballium elaterium. Una planta bastante peculiar que nos recordará a primera vista, una pequeña mata de melones.
 
A finales del verano, el fruto del Pepino del Diablo ya se encuentra maduro. Es sabido, no solo por estudiosos de la botánica, sino también por aquellos que frecuentan los campos, que estos pepinos, con un simple roce, son capaces de disparar su contenido, sus semillas, varios metros de donde nacieron. Así, esta planta es capaz por ella misma, de dispersarse y colonizar nuevos terrenos.

Se dice de esta planta que tiene ciertas cualidades medicinales, pero ojito, su consumo también resulta altamente venenoso…

1 comentario:

Jordan Jackson dijo...

Es muy interesante esta planta. Me gustaría ver las hojas también.

**** " NO SE PUEDE CONSERVAR AQUELLO QUE NO SE CONOCE " ****