domingo, 22 de mayo de 2011

El Carricero Tordal: Uno que no hace falta ni ver.

Se nos ocurrió, como en otros tantos fines de semana, salir por el campo e intentar reconocer el mayor número de aves posible. Con frecuencia, como recomiendan los expertos, nos ayudamos de prismáticos, para precisar sin equívocos algunas especies. Sin embargo, hay aves que no es necesario ver para reconocer. Con solo algunas pocas notas del canto de algunas aves, es suficiente para precisar su identidad: Rascones, Cigüeñas, Golondrinas Comunes, podrían ser claros ejemplos de lo que les estoy contando.
El Carricero Tordal, Acrocephalus arundinaceus, que les muestro en las fotografías es otro claro ejemplo de ave que no es necesario ver, y sin embargo, podremos hacer la anotación en nuestro cuaderno de campo: con sólo oír unas pocas notas de su peculiar canto. Sonido detectable a larga distancia y tan característico que no fallaremos en su identificación. Digamos que cuando se pone a cantar, lo hace con ganas...
El ejemplar que les muestro, se acercó a mí, para que le hiciera unas fotos y se dio a la fuga. Ruidoso y confiado. Por cierto, hoy hemos llegado a 52 especies en unas pocas horas. No está mal de todo, ¿verdad?...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una actividad muy entretenida e interesante, doy fe de ello... pero ya quisiera yo reconocer esa cantidad, yo solita... ¡eso es un don!

Besos

Benita

Book dijo...

I am constantly amazed at how beautiful the world is through your pictures!!

**** " NO SE PUEDE CONSERVAR AQUELLO QUE NO SE CONOCE " ****