sábado, 22 de mayo de 2010

El Ciervo y el Desmogue.

Hace ya algunos meses que los Venados (Cervus elaphus) perdieron las cuernas que cubrían sus cabezas. Lucían desgastadas por las luchas entre congéneres que se extendieron durante el período de celo que comprende desde finales del verano y abarca todo el otoño.
Con la llegada de la primavera, el ciervo aparece tímido y asustadizo de entre el matorral, como un rey sin corona, totalmente “mocho”, es decir: sin cuernos. De su cabeza despejada surgen con fuerza las nuevas cuernas que le servirán como principal argumento para mantener el harén frente a los muchos competidores. Primero son sólo dos protuberancias que más tarde se van cubriendo de terciopelo, hasta que finalmente las nuevas defensas están plenamente formadas.
Es a la caída de la tarde cuando los grupos formados sólo por machos salen de entre el montarral y se dirigen hacia las hierbas más nutritivas del prado. Se aprecia entonces perfectamente esta transformación. Los que eran durante el otoño rivales ahora pacen unos junto a otros como si de un rebaño de corderos se trata.

Lástima que estos bellos animales sean considerados como meros trofeos de los “escopeteros”, es decir: de aquellos que siguen utilizando armas para divertirse matando animales. Triste.

4 comentarios:

Jordan Jackson dijo...

La composición de la primera fotografía es perfecto y hermoso de verdad.

Santa Biología dijo...

He llegado ahora a tu blog y me parece estupendo, muy interesante y con unas fotos buenísimas, como estas de nuestro venado con el correal, enhorabuena.

Lo que no comparto contigo es eso de escopetros, soy cazador y defiendo la caza sostenible por muchas razones, amén de decir que no todos los cazadores somos iguales, somos un colectivo muy amplio, demasiado diría yo y cada uno con una idea de lo que representa ésta, así que por favor, no generalicemos. Pero bueno, cada uno tiene su opinión al respecto y todas tienen que ser respetadas, este es un tema controvertido y no todo el que habla de este tema tiene conocimiento suficiente para poder opinar, pero bueno ese es otro tema, yo me quedo con tu entrada.

Un saludo

Pilar dijo...

hermosísimos los venados, con cuernos, mochos y con sus "tiernos" cuernos de terciopelo.
salvo en sus momentos de celo, (a los que tienen derecho, jejeje) son unas pacíficas bellezas¡¡¡
a mí también me da lástima que algunos, muchos, se dediquen a matarlos...

Angel, viendo tu blog, me doy cuenta de lo perfectamente bien que reflejan y transmiten nuestra mirada¡¡
gracias por compartir la tuya¡¡

besos

Lienzo tierra dijo...

Comparto pensamiento final. Buenas entradas.

**** " NO SE PUEDE CONSERVAR AQUELLO QUE NO SE CONOCE " ****