domingo, 30 de mayo de 2010

El avetorillo común que dejó de serlo.

Entre el carrizo, las cañas y la enea, la más pequeña de nuestras garzas, El Avetorillo común (Ixobrychus minutus) permanece inmóvil. Nos observa desde hace rato, sabedora de que no nos hemos percatado de su presencia. Confía en su camuflaje y en sus movimientos pausados que también le ayudan a la hora de capturar a los incautos pececillos, insectos y cangrejos que se aproximan lo suficiente.
El Avetorillo aunque de apellido “común”, cada vez es menos habitual en nuestro entorno. Desaparecen y se degradan las zonas lacustres donde se dan las condiciones mínimas para que esta y otras aves puedan asentarse.
Estamos en crisis, no sólo económica. Estamos en una profunda crisis de valores en la que "la ecología es cosa de cuatro locos que no se ocupan de lo que realmente importa"…

5 comentarios:

Javier G. Pérez dijo...

Cómo echo de menos la observación de avetorillos. Quizá tendría que acercarme más a menudo a los carrizales. Son auténticos equilibristas entre las cañas.
Saludos.

Anónimo dijo...

¡Qué gracioso está en la segunda foto!
¡Es una pena que se haya perdido tanta sensibilidad!
Benita

Vilas Prat dijo...

Hola.
Muy logradas las fotos que hacen la envidia de cualquiera.
Enhorabuena por el blog.
Saludos

Carlos Luengo dijo...

Hola Anzaga.
Un ave curiosa para observar. Por las vegas altas del Guadiana es relativamente fácil verla u oirla (se habla de unas 500 parejas en Extremadura). En varios paseos por el río he podido deleitarme con su estilo de caza y espero poder seguir disfrutando de ésta y otras tantas especies. Supongo que todo depende de nosostros.

Por cierto, ¿es que no había quedado claro que lo realmente importante eran los mercados? ¿o no?

Un abrazo.

Higorca Gómez Carrasco dijo...

Cuando paseo por las tablas alguna vez la he visto, pero yo no tengo la pericia tuya de la foto, me gusta visitar esta casa porque aprendo un montón.
Abrazos

**** " NO SE PUEDE CONSERVAR AQUELLO QUE NO SE CONOCE " ****