La Macrolepiota Procera es una seta de gran porte, muy apreciada por todos aquellos que andan con sus cestas en búsqueda de las setas que trae la lluvia de otoño. Según he podido leer, muchos que la degustan habitualmente coinciden en su sabor avellanado y agradable. Tengo que reconocer que no forma parte de las que sí he comido. Quizá la próxima vez le dé una oportunidad...
Parece ser que la señora M. Procera, Apagador, Parasol o cómo queramos llamarla cuenta entre sus familiares; algunas hermanas, primas y tías que es mejor evitar, dado que son consideradas como venenosas (M. venenata y M. bohémica, etc.). Se recomienda no consumir macrolepiotas inferiores a 10 cm. Toparse con alguna de estas setas consideradas como no aptas para el consumo, no significa en ningún caso terminar con ellas de una patada. Cada ser vivo cumple su función. No necesariamente es la de formar parte de nuestra dieta.